Cuando en casa se observa que los peques van detrás del adulto a todos los lados, debemos estar muy atentos a lo que reclaman.
En la mayoría de las ocasiones, lo único que demandan es la atención del adulto, y dentro de esta demanda se esconde todo un mundo de inquietudes que se están empezando a formar en su interior.
El adulto tiende a pensar que el niño aún es muy pequeño para asumir responsabilidades o tareas, cayendo en el gran error de “ya tendrá tiempo cuando crezca” o “ahora lo que tiene que hacer es disfrutar y ser un niño”. Todo esto es cierto, pero dando por sentadas estas afirmaciones estamos asumiendo que el niño no tiene más necesidades que esas, las de ser un niño, sin pararnos a pensar que su deseo es ir superando barreras y aprendiendo cosas nuevas, y esto solo se consigue “HACIENDO”.
Superando barreras, para hacer cosas nuevas: la inquietud infantil en sus primeros años
Cuando el niño te dice “¿Te ayudo, mami?” o “¡Yo solo!”, lo que está intentando comunicar es simplemente eso, no le des más vueltas, quiere probar a ver si él sabe hacerlo como tú.
Si nos paramos a pensarlo, la respuesta inmediata a estas frases o demandas de los niños suele ser “Ahora no que tenemos prisa”, “No cariño que se te va a caer” o “No mi amor que aún eres pequeño”. Lo que realmente esconde esa respuesta por parte del adulto es muy simple también, “LA PRISA Y EL DECIDIR POR ELLOS”. ¿Por qué nos empeñamos en decidir si el niño sabe o no sabe hacer algo si nunca le dejamos intentarlo?
Como decíamos en el artículo del Blog EducaPortentum “NO QUIERO QUE TE FRUSTRES, es importante dejar que el niño experimente y pruebe, siendo ésta la manera que tendrá de aprender y de corregir errores si es que los hubiese.
Proporcionando al niño la oportunidad de realizar tareas en su día a día, estamos ayudando al niño, sin darnos cuenta, a tener más confianza en sí mismo, a ser autosuficiente, a valorar el esfuerzo que supone conseguir las cosas y a ser disciplinados en sus tareas. Si nunca le damos al niño una tarea que realizar él, va a crecer pensando que todo es obligación de los demás y en consecuencia que los demás están obligados a hacer todo lo que el pida.
Pequeñas tareas adaptadas a su edad, para fortalecer su confianza y seguridad
Desde el punto de vista educativo es necesario que el niño vaya realizando pequeñas tareas adaptadas a su edad, que irán aumentando en dificultad a medida que vaya creciendo.
No tengáis miedo de que vuestro hij@ experimente, ya que de esta manera estaremos educando niñ@s autosuficientes y resolutivos y en consecuencia adultos sanos, emocionalmente hablando.
Os adjunto una tabla de tareas que los niñ@s pueden ir haciendo en función de la edad que tienen. ¡Os animo a que lo probéis!
Ah... me encantaría que me fuerais compartiendo vuestros logros y los de vuestros peques
Por: Ana San Juan